MAS DATOS SOBRE EL OZONO

A pesar de lo tristemente célebre que se ha hecho en las últimas décadas, merced a los descubrimientos en la atmósfera y la variación en la capa de ozono, este gas es en realidad una fuente de numerosas ventajas para el ser humano.

El ozono es en realidad un estado alotrópico del oxígeno, producido por la electricidad. De esa acción resulta un gas muy oxidante, de olor fuerte que recuerda a los mariscos. Cuando se licúa se vuelve de color azul. El primero en realizar experiencias con el ozono fue el científico alemán Weiner Von Siemmes, de la conocida empresa tecnológica, quien a mediados del siglo XIX hizo ensayos para la eliminación de microorganismos. Décadas más tarde un químico también alemán, Justus Baron von Liebig, se dedicó a estudiar sus aplicaciones en la salud. Hoy, el ozono es usado en numerosas terapias y con resultados sorprendentes. Entre los efectos del ozono sobre nuestra salud podemos destacar:

• Estimula las defensas, actuando como inmunomodulador. Estimula a los glóbulos blancos (linfocitos) incrementándose las defensas del organismo ante agresiones tanto externas (infecciones por diversos agentes como bacterias, virus, hongos, etc.) como internas (células que degeneran en neoplasias, crecimientos anómalos, o enfermedades autoinmunes)

• Es antioxidante, modulador natural del estrés oxidativo del organismo

• Es germicida, elimina agentes agresores (hongos, bacterias, virus)

• Estimula la liberación de oxígeno por parte de los glóbulos rojos, mejorando la función circulatoria.

Los efectos del ozono son usados para el tratamiento y apoyo de otras terapias contra múltiples enfermedades. La ozonoterapia y sus especialistas, los ozonoterapistas, son en ocasiones una alternativa a otras medidas de la medicina alopática que no logran abordar con éxito problemas de la salud tan múltiples como:
• trastornos circulatorios
• trastornos hepáticos (cirrosis, hepatitis)
• trastornos articulares (enfermedades reumáticas, artrosis y poliartrosis, hernias discales)
• carcinomas
• esclerosis cerebral, Parkinson
• várices y tromboflebitis
• úlceras en pacientes diabéticos, gangrena
• problemas ano-rectales (colitis ulcerosa, colon irritable, eccema anal, fisuras y fístulas anales, hemorroides)
• infecciones genitales, herpes
• afecciones oculares (retinosis pigmentaria, glaucoma, cataratas)
• afecciones de la piel como las micosis (pie de atleta, caspa), acné, forúnculos, abscesos, etc.
En pacientes que han intentado otras terapias sin demasiado éxito, y cuyas dolencias se han vuelto crónicas o han llegado a un estado crítico, el ozono en manos de un especialista ha demostrado muchas veces una efectividad asombrosa.
Hemos dicho que el ozono necesita oxígeno y electricidad para hacerse posible. Los equipos usados en la medicina logran distintas concentraciones de ozono gracias al uso del oxígeno y una descarga eléctrica de alto voltaje.
Al entrar en contacto con la sangre, este gas reacciona con distintos elementos sanguíneos y produce una liberación mayor de oxígeno en el torrente sanguíneo. Esto lo logra convirtiendo ácidos grasos insaturados en lo que los científicos han denominado ozónidos y luego en peróxidos, usando al hierro sanguíneo como catalítico. Esto favorece la llegada de oxígeno a las células y tejidos y activa la acción del sistema inmunológico. Al producirse estas reacciones se activa el metabolismo, aumenta levemente la presión arterial y desciende la venosa.
El ozono tiene un papel importante en la prevención de infecciones y enfermedades degenerativas. Al activar la acción de los glóbulos blancos, soldados del ejército del sistema inmunológico, estos se vuelven más agresivos contra los agentes infecciosos.
Los científicos no descartan que los restos de esos agentes actúen como estímulo del sistema inmune para fabricar anticuerpos contra los mismos. Este el principio de la inmunización (vacunas). También la función leucocitaria de destruir elementos extraños al cuerpo, como crecimientos anómalos, se ve estimulada.
Por último, el ozono actúa en presencia de toxinas, sin ser pasible de la inactivación por parte de ciertas enzimas. También tiene propiedades contra los procesos inflamatorios y dolorosos.

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