Actualmente la hernia de disco es una patología muy frecuente en pacientes entre los 20 y 40 años de edad (en la población laboral y deportistas), que genera una crisis muy dolorosa de la columna lumbar, dorsal o cervical, siendo más frecuente (80% en la región lumbar) y desarrollando en un 35% irradiación a la pierna "ciatalgia".
Estadísticamente 1 de cada 3 pacientes con cuadro doloroso lumbar o cervical tienen diagnóstico de hernia de disco.
La columna vertebral es el eje principal del esqueleto. Es el centro del equilibrio. Por su verticalidad está expuesta a múltiples presiones. Está constituida anatómicamente por vértebras que se apilan unas sobre otras (como pilas de monedas) y separadas entre sí por el disco intervertebral que tienen la función de amortiguar las presiones, movimientos e impactos.
El disco intervertebral está formado anatómicamente por un núcleo pulposo (masa gelatinosa de aprox. 0,5 cm) rodeado de un anillo fibroso formado por fibras colágenas y fibras concéntricas. En realidad es una membrana fibroelástica que acompaña los movimientos que la columna realiza, evitando la salida del disco al canal raquídeo y neuroforámen.
La hernia discal es una lesión del disco intervertebral que al aumentar su presión sobre el anillo fibroso lo prolapsa, entoces se produce la protrusión del núcleo pulposo, generando un cuadro neurálgico compresivo de las raíces nerviosas (lumbares y cervicales) provocando una radiculopatía (cervicobraquialgia o lumbociatalgia).
Existen distintos esquemas terapéuticos para la hernia de disco. Por ejemplo el tratamiento conservador que consiste en el reposo. La inmovilización con corset, el uso de antiinflamatorios y relajantes musculares. Bloqueos farmacológicos y la Fisioterapia. También el tratamiento quirúrgico con técnicas cerradas (disectomía percutánea y la quimionucleosis) y tratamiento quirúrgico con técnica quirúrgica abiertas como la laminectomía, la foraminectomía y la microcirugía como la disectomía. La utilización de la técnica abierta es la más frecuente donde se utilizan implantes metálicos, injertos y espaciadores que fijan los cuerpos vertebrales (artrodesis).
A pesar de los avances terapéuticos y tecnológicos en el tratamiento de la hernia de disco el paciente no responde ni a la terapia conservadora, ni al tratamiento quirúrgico apareciendo en este último complicaciones post-quirúrgicas como el síndrome doloroso, el rechazo a los biomateriales, y el hematoma post-quirúrgico, etc.
El tratamiento terapéutico complementario con ozono intradiscal o paravertebral combinado, actualmente se ha constituido en un importantísimo tratamiento inocuo, con una efectividad del 86%, sin que el paciente se vea obligado a una deserción laboral.
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